La culpa no es de la estaca si el sapo salta y se ensarta
Recojo la frase popular que aprendí en Venezuela hace más de 30 años, y que se ha convertido en la matriz de la mayoría de mis escritos... En ella, intuyo, la esencia profunda de la condición humana y el enigma que nos hace personajes trágicos.
No intento, con esto, establecer una verdad categórica, ni mucho menos...
jueves, 29 de abril de 2010
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